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15:19 (hace 11 minutos)
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Escucha tu corazón... ¿Alguna vez escuchaste esa frase?
La verdad querida amiga espero que sí la escucharas alguna vez en tu vida pero no me gustaría que la siguieras. La Biblia menciona que no hay nada más perverso que el corazón y sé que quizá te estés preguntando ¡¿Cómo así ?! Y recordando todas aquellas veces que las películas románticas han hecho énfasis de seguir las instrucciones de éste y salir victorioso, pero recuerda que el enemigo siempre usará la forma de engañarte bien sea en algo sencillo o masivo.
"Dios no quiere que sigas tu corazón, Dios quiere que sigas su instrucción".
Esta frase salió de mí como algo natural pero ciertamente es un mandato que Dios mismo me ha mostrado y ha traído a mi mente ejemplos en donde mi vida ha escuchado a esa voz engañosa y no ha obtenido buenos resultados. (cada ejemplo va guiado por la verdad de Dios).
1. Me he encontrado en muchas ocasiones donde un mal entendido o diferencia de opinión termina en una discusión donde el argumento de la otra persona me hiere y como si fuera poco yo también he tenido argumentos guardados que resultarían una bomba atómica para esa persona. Mi corazón malo y perverso en lugar de bombear sangre 《SE HACE LA VISTIMA》, comienza a lloriquear y hace que mi mente salga a la defensiva y ejecute una orden de palabras hirientes para la otra persona y ¡Boom!
En lugar de solucionar el conflicto ¡Lo hice más grande!... ¿Sabes que dice Dios en esas circunstancias? Que la palabra blanda calma la ira (Proverbios 15:1). Sí es posible en medio de una herida que la venganza sea una opción brillante pero no es la correcta. Escuché la voz de mi corazón ofendido y la orden que entregó a mi mente para soltar palabras de muerte cuando en realidad Dios no nos quiere peleando.
Bienaventurados los pacificadores... (Mateo 5:9 RVR1960).
2. Quizá este sea un ejemplo un poco tonto, pero cuando estaba más pequeña tenía ciertos caprichos por cosas materiales que quería tener y recuerdo lo mucho que lo quería para encajar en cierto ambiente y ni siquiera estaba segura de que eso era algo que necesitara pero mi corazón lo quería, lo anhelaba...
A los años comprendí que era un capricho tonto por las modas y que eso no solucionó ningún problema sólo me llenó de ansiedad y como todas las cosas vanas pasaban, también llegaban otras. Dependía de mi si quería pasar mi vida en eso, al final jamás estaría saciada.
Cada día trae su afán. (Mateo 6:34).
Pégate a la verdad de Dios, tu corazón va a estar allí soltando engaños y sabemos que el enemigo trabaja en eso también pero esa máquina que habita en nosotros se encarga de considerarlos. Se que debes estar preguntándole qué hacer si algo dentro de ti es tan malo y tu quieres hacer el bien (no hago el bien que Quiero sólo la cita) recuerda que nuestra naturaleza es pecaminosa pero no olvides que tu salvador ha enviado a un consolador, el Espíritu Santo, quien además te habla y guía. ¡Alimenta tu espíritu!.
Gracias por leer Revestidas.
@revestidasblog
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